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Sin duda podemos decir que New York es una de las ciudades más espectaculares del planeta, con sus grandes rascacielos, mezcla de culturas y excusa para miles de películas hollywoodenses.
Pero como dice el dicho “no todo es oro lo que reluce”, y en grandes ciudades, grandes males.
En el país de las hamburguesas y perritos calientes, cuna de restaurantes de comida rápida y como no, la famosa cola, de cuyo nombre es difícil olvidarse, el índice de obesidad se ha vuelto alarmante. Solamente en la ciudad de New York, según datos de www.health.ny.gov, uno de cada tres niños en edad escolar tiene sobrepeso o es obeso.
Y ¿qué ha hecho el alcalde de la ciudad al respecto?
Tras grandes y polémicas campañas publicitarias para concienciar a los neoyorquinos, desde la alcaldía se presento una propuesta para prohibir la venta de bebidas azucaradas de mas de 16 onzas, lo que equivale a casi medio litro, y aunque el supremo la ha rechazado recientemente por declararla anticonstitucional, no deja de ser objeto de grandes alabanzas y duras críticas.
Evidentemente en la libertad de cada uno esta el derecho a atiborrarse de bebidas azucaradas, comida grasienta, y demás cosas sanas o no, pero el día que pase de uno de cada tres, a dos, en el metro de la ciudad de New York cobrarán el doble.
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